¿Qué son las pólizas de seguro?

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20 de agosto de 2020

Las pólizas de seguro, también conocida como contrato de seguro, se definen como el contrato entre un asegurado y una compañía de seguros por el cual se establecen los términos y condiciones del acuerdo que se firma por ambas partes. En esta póliza se incluyen los términos a través de los cuales la compañía aseguradora se obliga a resarcir un daño y/o pagar la indemnización que corresponda, una vez se haya comprobado una eventualidad que haya surgido y que esté cubierta por lo establecido en dicha póliza (un robo, la rotura de un cristal...).

La póliza establece la cobertura del seguro, es decir, las eventualidades que son cubiertas por el seguro. Existen diferentes seguros adaptados a cada ámbito, como el seguro de hogar, de vida, de automóvil, y un largo etcétera. Por dicha póliza se deberá abonar una prima, que actuará como justificante legal de la existencia del seguro y determina sus condiciones y funcionamiento.

¿Qué elementos posee una póliza de seguro?

En la póliza deben incluirse los datos personales del contratante del seguro y la compañía aseguradora como requisito indispensable, además de una serie de conceptos que siempre deben estar presentes, que son:

• Interés asegurable: Consiste en la relación entre el bien que se asegura y un valor económico que se le otorga. Puede asegurarse un bien material o inmaterial. La única condición es que este se pueda tasar con dinero y que existiese antes de firmar la póliza.
• Riesgo asegurable: Es el riesgo que cubre la póliza al cumplir ciertos requisitos fundamentales, que son que debe ser un riesgo que sea específico, que pueda ocurrir en algún momento y que pueda cuantificarse de forma económica, además de ser lícito y fortuito, que suceda inesperadamente sin que exista una premeditación.
• Prima: Es la cantidad que se abona a la compañía aseguradora según lo establecido en la póliza para tener derecho a la cobertura que se indica en ella.
• Obligación: La aseguradora está obligada a indemnizar o resarcir al asegurado si sucede alguna de las eventualidades que se contemplan en la póliza, según los términos acordados por las dos partes vinculadas al contrato.

Tipos de seguros

Los ámbitos para los que puede ser contratado un seguro son múltiples, tantos como bienes asegurables existan. Podemos encontrar en el mercado seguros de vehículo, de vivienda, de vida, de salud...

Todos estos tipos pueden dividirse en diferentes grupos según el interés asegurable:

• Seguros de intereses: Están destinados a la protección de bienes. Se contratan para poder indemnizar el daño que ha sufrido dicho bien a raíz de una eventualidad determinada por la póliza de seguros. Con un seguro de estas características podemos asegurar cualquier cosa, desde un incendio en nuestra vivienda hasta un robo de nuestro coche.
• Seguros de personas: Están destinados a proteger y garantizar la integridad y la vida de la persona que los contrata. En esta modalidad se incluyen seguros médicos o de salud, de accidentes, de vida... A diferencia de los seguros de intereses, se centran en garantizar el bienestar de una persona y no de proteger bienes materiales.
• Seguros de viaje: Cubren cualquier posible eventualidad que pueda surgir durante el transcurso de un viaje, como puede ser un daño físico, un robo... El periodo de cobertura comprende desde el inicio hasta la finalización del viaje.

Es importante que la persona que vaya a firmar el seguro revise convenientemente la póliza para evitar futuros problemas y que tenga muy claro cuál es la cobertura del seguro y si esta cubre sus necesidades. Los asesores de seguros podrán ayudarle a revisar este contrato y a ayudarle a interpretarlo para que pueda revisar si este es correcto o por el contrario si necesita ampliar la cobertura del seguro. Por ejemplo, en el caso de desear hacer un seguro para nuestra oficina, tendremos que tener en cuenta que estén cubiertas todo tipo de eventualidades como el robo de los equipos informáticos, incendios y otros siniestros.